DELICADO EQUILIBRIO.
LOCAS de José Pascual Abellán.
Elenco: Isabel Romano y Malú Contreras.
Escenografía, Vestuario y Luces: Älvaro Domínguez.
Ambientación Sonora: Fernando Tabaylain.
Dirección y puesta en escena: Daniel Torres.
Miércoles 20.30. Sala 0 Teatro El Galpón.
Una sala muy ascéptica. Una mujer , ejecutiva al parecer. Otra mujer, más natural, más cotidiana. Dos seres de mundos diferentes y de criterios opuestos. Este es el muestreo inicial de un planteamiento que se va desarrollando poco a poco y nos va metiendo en la piel de cada mujer. Cada una con una vida poco feliz, pero que lo poco que pueden autosatisfacerse, lo logran en sus variados entornos.
Gregoria y Martirio, dos vidas insatisfechas, aparentemente cubiertas de verdades y mentiras. Un consultorio de un siquiatra puede ser el lugar adecuado para revelar verdades o para ocultarlas y así seguir sin reconocer que hay " un problema latente". ¿ Desde donde laten más los problemas? ¿ Desde el mundo de la empresaria o desde el mundo de la ama de casa? Desde los dos, porque no es la actividad lo que define el problema mental sino el problema mental define a la persona. La misma patología vivida desde dos paisajes diferentes.
Ahora bien, ¿hasta donde el paciente se engaña, o hasta donde el paciente es engañado? Es un juego peligroso pero real. El mundo de la "locura" es un mundo cerrado, acotado, íntimo, e interior.
Estas dos actrices componen dos siluetas bien diferenciadas pero que en un punto se unen, se aproximan y se alejan. Es un juego de dos, ¿un juego o una terapia? Es un encuentro de conciencias, vacías o no, eso lo tiene que determinar cada uno, se identifique o no con los conflictos que atraviesan a estos dos seres. Una vuelta de tuerca efectiva y una serena observación sobre un mundo en el cual no todo está explorado como es el "universo de los locos".
La mirada del autor descansa sobre un tema del cual mucho se habla pero que aquí ,en nuestro país recién este año se hablará de una nueva política sobre Salud Mental. Quizás a partir de esto entendamos más sobre esta patología.
Los rubros técnicos como las luces , creadoras eternas de climas en manos de Álvaro Domínguez y la ambientación sonora de Tabaylain que marca con los compases los diferentes sonidos del silencio,acompañan este entorno de locura y cordura.
Un tema que agradecemos se ponga sobre el escenario en forma seria como lo hace el autor y nos place que el director Daniel Torres maneje tan bien el espectáculo y a las actrices en sus respectivos roles. Malú Contreras como Martirio e Isabel Romano como Gregoria entran en los sentimientos y en los universos de esos dos seres, marginados por momentos e incluidos en este universo en otros , y siempre manteniendo ese delicado equilibrio que las hace deliberadamente dementes y oscuramente lúcidas. RECOMIENDO.
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